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marzo 2025
La preparación para ingresar al cuerpo de la Policía Local implica superar diversas evaluaciones físicas diseñadas para garantizar que los futuros agentes posean las capacidades necesarias para desempeñar sus funciones de manera eficiente. Estas pruebas evalúan la resistencia, la fuerza, la velocidad y la movilidad de los aspirantes, asegurando que puedan responder eficazmente a las exigencias del servicio.
Entre estas evaluaciones, la prueba de flexibilidad destaca por su relevancia en la valoración de la movilidad y elasticidad muscular de los aspirantes. Una buena flexibilidad no solo mejora el rendimiento en otras pruebas físicas, sino que también previene lesiones y optimiza la capacidad de movimiento en situaciones operativas.
Para muchos aspirantes, prepararse adecuadamente para estas pruebas es clave para superar el proceso selectivo.
La prueba de flexibilidad, también conocida como test de flexibilidad profunda, se realiza en un gimnasio o campo de deportes. El objetivo principal es medir la capacidad del aspirante para flexionar el tronco y alcanzar una determinada distancia con las manos, lo que refleja su nivel de flexibilidad en la zona lumbar y de los isquiotibiales.
El aspirante se colocará de pie sobre el aparato apropiado, sin calzado y con los pies colocados en los lugares correspondientes. Entre los bordes exteriores de los pies habrá una separación de 75 centímetros.
En el centro de una línea que una los bordes posteriores de los talones de los pies, se colocará el cero de una regla de 50 centímetros, y un cursor o testigo que se desplace sobre la regla perpendicularmente a la línea anterior y en sentido opuesto a la dirección de los pies.
Se flexionará el cuerpo llevando los brazos hacia atrás y entre las piernas, hasta tocar y empujar el cursor o testigo de la regla, sin impulso.
Se tocará y empujará el testigo (sin apoyarse en él) con los dedos de ambas manos al mismo tiempo, manteniéndose la posición máxima alcanzada, hasta que se lea el resultado.
Para la ejecución el aspirante puede mover los brazos, flexionar el tronco y las rodillas, pero no puede separar del suelo ninguna parte de los pies antes de soltar el testigo.
Hay que mantener el equilibrio y abandonar el aparato por su frente y caminando. Dos intentos. Todo esto depende de cada convocatoria, deberás leer detenidamente las bases de tu convocatoria.
Las marcas mínimas exigidas (en centímetros) para la superación de la prueba son:
Es importante destacar que estos valores son aplicables tanto para hombres como para mujeres.
La flexibilidad es una cualidad física esencial que permite a los agentes de policía realizar movimientos amplios y eficientes, reduciendo el riesgo de lesiones y mejorando su capacidad para responder a diversas situaciones en el desempeño de sus funciones. Una buena flexibilidad contribuye a una mayor agilidad y eficacia en tareas cotidianas y situaciones de emergencia.
Para superar con éxito la prueba de flexibilidad y mejorar esta capacidad física, se recomienda:
Algunos errores frecuentes que deben evitarse durante la preparación incluyen:
Superar la prueba de flexibilidad no solo es un requisito para avanzar en el proceso selectivo, sino que también aporta múltiples beneficios:
La prueba de flexibilidad es una evaluación crucial en el proceso de selección para la Policía Local. Prepararse adecuadamente para esta prueba no solo garantiza cumplir con los requisitos establecidos, sino que también mejora la capacidad física general del aspirante, contribuyendo a un desempeño más efectivo y seguro en sus futuras funciones como agente de policía.
A continuación, respondemos algunas de las dudas más comunes sobre la prueba de flexibilidad Policía Local, para que los aspirantes puedan conocer mejor en qué consiste y cómo prepararse adecuadamente.
El objetivo principal de esta prueba es evaluar la movilidad y elasticidad muscular del aspirante, especialmente en la zona lumbar y de los isquiotibiales. Una buena flexibilidad es esencial para mejorar la agilidad, prevenir lesiones y optimizar el rendimiento en otras pruebas físicas.
Algunos de los errores más frecuentes incluyen impulsarse antes de flexionar el cuerpo, no mantener la posición final el tiempo suficiente para la medición o levantar los talones del suelo. Para evitar estos fallos, es fundamental practicar la técnica correcta y realizar estiramientos previos.
Para mejorar la flexibilidad, se recomienda realizar ejercicios de estiramiento dinámico y estático a diario, centrándose en la musculatura de las piernas, la espalda y la zona lumbar. Además, incluir yoga o pilates en la rutina de entrenamiento puede ayudar a ganar elasticidad de manera progresiva.
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